Descubrir el programa de adelgazamiento Oxyform

Los principios científicos de esta dieta (rápida y que favorece el bienestar psicofísico) son sencillos: la reducción del aporte calórico procedente de los azúcares obliga al organismo a utilizar su propia grasa como fuente de energía, que primero debe transformarse en cuerpos cetónicos antes de poder ser utilizada.

Este protocolo presenta todas las ventajas del ayuno (pérdida rápida de grasa corporal, falta de hambre y buen estado psicofísico, producción de cuerpos cetónicos) sin los efectos secundarios de pérdida muscular presentes durante el ayuno.

El cerebro es el órgano que primero se adapta a la utilización de estos metabolitos:

el programa se completa por tanto sin sensación de hambre y con una sensación de bienestar psicofísico.

Una dieta proteica permite por tanto :

• mantener constantes los niveles de insulina
• promover la secreción de hormonas anabólicas
• reducir la grasa corporal preservando al mismo tiempo la masa corporal magra (músculo).

La dieta proteica aprovecha las características bioquímicas de las proteínas, capaces de favorecer la pérdida de peso. Las proteínas, en comparación con las grasas y los hidratos de carbono, permiten una mayor termogénesis inducida por los alimentos (energía gastada por el cuerpo cuando se ingieren alimentos) capaz de aumentar el metabolismo basal y dar a las comidas un mayor efecto saciante.

Desarrollada en 1973 por el investigador BLAKBURN del Instituto Tecnológico de Massachusetts, que definió estrictamente los parámetros en términos de necesidades de macronutrientes:

Proteínas:

• 1,2 g / kg de peso ideal para las mujeres
• 1,5 g / kg de peso ideal para los hombres

Lípidos:

• 12-18 g

Carbohidratos:

• 1 g / kg de peso ideal

Este protocolo se acompaña de la ingesta de sustitutivos de comidas elaborados con proteínas de alto valor biológico (índice bioquímico ≥ 100) y ácidos grasos esenciales, minerales, vitaminas y oligoelementos en los niveles de ingesta nutricional recomendados.