Cardiovascular
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En España, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en las mujeres y la segunda en los hombres. El infarto de miocardio, el ictus, la insuficiencia cardíaca y la diabetes se encuentran entre las principales afecciones...
Además de la edad y la genética, todas ellas se explican por un estilo de vida cada vez más sedentario, los malos hábitos alimentarios, el estrés y la práctica de comportamientos de riesgo (tabaquismo, alcoholismo, etc.), que conducen a un deterioro de su salud.
Para mantener el corazón y los vasos sanguíneos sanos, conviene prevenir los riesgos cardiovasculares actuando sobre estos factores de riesgo modificables. Si se combina con suplementos alimenticios cardiovasculares, los resultados son más convincentes.
Acerca de los suplementos cardiovasculares
La prevención de las enfermedades cardiovasculares puede reducir considerablemente la mortalidad en la población general e incluso en la de riesgo. Esta prevención implica, en primer lugar, la investigación e identificación de los factores de riesgo individuales. Las personas con antecedentes familiares de ictus, infarto de miocardio (IM) o simplemente de edad avanzada son más propensas a sufrir estos trastornos cardiovasculares.
La sensibilización y la educación sobre un estilo de vida saludable, en particular la práctica regular de deporte, una alimentación sana, la lucha contra el estrés, el tabaquismo y el alcoholismo constituyen el segundo aspecto de la protección de la función cardíaca.
Estas permiten:
- regular la glucemia;
- reducir los niveles de colesterol y triglicéridos;
- reducir o mantener los niveles de presión arterial en valores óptimos.
Los suplementos alimenticios para la función cardíaca potenciarán los efectos de estas buenas prácticas gracias a las virtudes de los principios activos naturales que contienen. El aceite de pescado, el Psyllium, el cilantro, los omega, los fitoesteroles, el aceite de linaza, el magnesio y la vitamina B8 son sustancias y plantas eficaces contra las disfunciones cardiovasculares.
En Oxyform encontrará una amplia gama de suplementos alimenticios cardiovasculares a base de principios activos puros y naturales, presentados en cápsulas vegetales y producidos en Europa en forma de cápsulas, comprimidos, productos ecológicos, etc.
¿Qué acciones preventivas son recomendables para las enfermedades cardiovasculares?
Las enfermedades cardiovasculares son generalmente el resultado de la acumulación de depósitos de grasa en las paredes arteriales. Con el tiempo, estas se endurecen y forman placas de ateroma. Al principio, no se percibe ningún síntoma. Sin embargo, poco a poco, la luz de la arteria se estrecha, lo que ralentiza el flujo sanguíneo, provocando así una menor oxigenación de los órganos y la formación de coágulos.
A ello se suman síntomas físicos como dolor de corazón, palpitaciones, falta de aliento, mareos, etc.
Cuando se diagnostica un trastorno cardiovascular, a menudo ya se ha perdido prácticamente la mitad de la función cardíaca y la esperanza de vida se reduce considerablemente. Por ello, la prevención precoz es la forma más segura de cuidar la circulación sanguínea: deporte, dieta saludable, suplementos alimenticios, dejar de fumar y de beber alcohol, detección precoz de enfermedades.
Práctica deportiva
Una actividad física regular y adaptada al perfil de cada persona ayuda a tonificar y fortalecer los músculos y, por tanto, contribuye a una buena circulación sanguínea. Uno de los principales objetivos del deporte es mantener un peso normal definido por un IMC (índice de masa corporal) entre 18,5 y 25.
Se trata de combatir el sobrepeso y la obesidad (especialmente la abdominal), a los que se atribuye la diabetes y la hipertensión. El ciclismo, el footing, la marcha rápida y la natación son ejemplos de deportes que ayudan a perder peso.
Adoptar una dieta equilibrada
En particular, seguir una dieta equilibrada y saludable, sin azúcares ni grasas nocivas, para prevenir o reducir el sobrepeso, regular la glucemia y el nivel colesterol en sangre. No se recomienda hacer dietas excesivas, dado que son ineficaces a largo plazo y presentan un alto riesgo de producir un efecto yoyó.
Los especialistas en materia de cardiología recomiendan la llamada dieta mediterránea, que es sencilla y sabrosa. Esta incluye alimentos como el pan, el pescado o la carne blanca, la fruta, las verduras y las grasas buenas para aderezar (omega, aceite de oliva, aceite de coco, etc.).
Evitar el tabaco y el alcohol
Estos dos factores de riesgo se encuentran entre los más fácilmente modificables. El tabaquismo es la causa de prácticamente el 90 % de los infartos de miocardio en los fumadores. Suprimirla reduce a la mitad el riesgo de recidiva y muerte en personas con enfermedades cardíacas. Asimismo, se recomienda tomar un suplemento alimenticio para ayudar a compensar dicha supresión.
Este cambio de hábito supone incluso beneficios económicos, ya que se evita la compra de cigarrillos. Además, en el departamento francés de Isla de Francia, los productos de sustitución de la nicotina se reembolsan durante el primer trimestre.
Combatir el estrés
El estrés es malo para la salud en general. Debilita el sistema inmunitario, acelera el ritmo cardíaco y eleva la tensión arterial. Cualquier cosa que contribuya al desarrollo de enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos. El deporte, el yoga, la meditación y la sofrología son medios eficaces para combatirla.
Detección precoz de la diabetes y la hipertensión
La detección precoz y el seguimiento periódico de estas enfermedades es muy importante, ya que estas aumentan considerablemente el riesgo de sufrir un ictus o un IM. Estas acciones preventivas se orientan principalmente a los enfermos con cardiopatías y a las personas de riesgo: antecedentes familiares de cardiopatías, sujetos de edad avanzada, mujeres, personas obesas o con sobrepeso, fumadores, etc., y consisten en controlar la tensión arterial, la glucemia y los niveles de colesterol. Consisten en controlar la presión arterial, la glucemia y los niveles de colesterol.
Si se detectan en una fase temprana, las anomalías pueden solucionarse rápidamente. En los sujetos sanos —es decir, sin factores de riesgo—, el colesterol total y los triglicéridos deben medirse al menos una vez antes de los 40 años, y después de los 45 en el caso de los hombres y de los 55 en las mujeres. Si no es así, es necesario realizar un control lipídico completo de forma regular. Puede seguir una dieta o la prescripción de un fármaco hipolipemiante, como las estatinas.
¿Cómo elegir un suplemento alimenticio para el corazón?
Hay muchos ingredientes activos diferentes esenciales para el cuidado del sistema cardiovascular. Cuanto mayor sea la concentración de la molécula correspondiente, mejor será su acción. Los fitoesteroles y los triterpenos son eficaces para regular el ritmo cardíaco. La cúrcuma es un superalimento que evita la acumulación de grasa al desintoxicar el hígado.
El aceite de pescado, en particular el aceite de hígado de bacalao u omega, gracias a su riqueza en omega-3 (EPA y DHA), reduce los niveles de triglicéridos.
Los fitoesteroles reducen la absorción del colesterol, mientras que la niacina aumenta el nivel del colesterol bueno, el colesterol HDL. El Psyllium y el extracto de alcachofa ecológica tienen el mismo efecto que las estatinas (reducción del colesterol LDL). Por último, los aminoácidos L-arginina y L-carnitina o la coenzima Q1O son eficaces para mantener una tensión arterial normal.
Los suplementos alimenticios (generalmente envasados en comprimidos, cápsulas, ampollas, etc.) destinados a la función cardíaca deben utilizarse con fines preventivos. Antes de comenzar cualquier cura, es necesario consultar a un médico u otro profesional sanitario, preferentemente un cardiólogo si se padece una enfermedad cardíaca.
Los productos o suplementos alimenticios ecológicos para el sistema cardiovascular no son medicamentos y no requieren receta médica. Los encontrará en forma de comprimidos, cápsulas, alimentos ecológicos, etc. Todo suplemento alimenticio para el sistema cardiovascular es natural o ecológico.