Digestión y microbiota
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Más información : Digestión y microbiota
La digestión es una función vital del organismo, que le permite transformar los alimentos en energía. Además del estómago, los intestinos y los órganos que segregan los jugos digestivos también desempeñan una función importante. Los intestinos, en particular, se consideran un segundo cerebro y son fundamentales para la inmunidad.
Para facilitar la digestión, podemos ayudar a descomponer los alimentos con suplementos alimenticios, pero también nutrir, proteger y reforzar la flora intestinal con la suplementación adecuada.
Acerca de los suplementos alimenticios para la digestión
Cabe recalcar que el proceso de digestión no se limita al estómago, sino que comienza con la masticación. Cuando los alimentos se trituran, comienzan a descomponerse, especialmente en presencia de enzimas salivales. Una vez en el estómago, los alimentos siguen descomponiéndose por la acción de los jugos gástricos.
Una vez en el intestino, la digestión continúa gracias a los jugos producidos por la vesícula biliar y el páncreas. Después de la digestión colónica, todo aquello que no ha sido absorbido por el organismo se elimina en las heces.
Un suplemento alimenticio para la digestión puede ofrecer varias acciones. Algunos están especialmente formulados para ayudar a descomponer los alimentos y contienen enzimas o extractos de herbarios, por ejemplo. Otros se han concebido para reforzar el sistema digestivo, proteger o nutrir la microbiota intestinal. Estos suplementos alimenticios suelen presentarse en forma de cápsulas para que las bacterias puedan llegar al intestino aún vivas.
Las bacterias probióticas son microorganismos que equilibran la microbiota: las bacterias lácticas como el Bifidobacterium y Lactobacillus protegen frente a las infecciones intestinales, especialmente en los jóvenes. Los probióticos actúan sobre las enfermedades inflamatorias del intestino, la intolerancia a la lactosa o las enfermedades alérgicas.
Los prebióticos son el alimento de las bacterias intestinales beneficiosas. Se trata generalmente de fibras alimentarias de origen vegetal.
¿Qué solución debo elegir en caso de digestión difícil?
Las enzimas contenidas en los suplementos alimenticios pueden facilitar la digestión de ciertos alimentos en el organismo. Entre ellas, se encuentran las lipasas para la descomposición de los lípidos, las proteasas para las proteínas, la lactasa para la leche, la amilasa para el almidón, la celulasa para la celulosa, etc.
La combinación de lactasa, proteasa, alfa-amilasa, celulasa y lipasa proporciona una mejor experiencia a las personas que tienen dificultades para digerir la leche.
Otros suplementos alimenticios utilizan las propiedades de las plantas para facilitar la digestión. Entre estos, cabe destacar la papaína (extraída de la papaya verde) o la bromelina (procedente de la piña). Las semillas de pomelo, ricas en bioflavonoides y vitamina C, actúan sobre los trastornos digestivos de origen bacteriano.
El ajo silvestre y la canela de Ceilán se utilizan desde hace mucho tiempo para combatir la hinchazón y el malestar estomacal. En el caso de los gases intestinales, se puede utilizar orégano o comino negro (Nigella). Por último, la cúrcuma es una planta consumida tradicionalmente por sus virtudes, especialmente en el ámbito digestivo, ya que estimula la secreción de bilis.
Reforzar el sistema inmunitario con la microbiota
El ecosistema intestinal está formado por la mucosa, el sistema inmunitario y la microbiota. La mucosa actúa como barrera para los microorganismos no deseados, pero permite que se filtren los nutrientes y micronutrientes. El sistema inmunitario intestinal defiende al organismo y garantiza la tolerancia de los alimentos.
El tracto gastrointestinal contiene casi el 60 % de las células productoras de anticuerpos del organismo. Por último, la microbiota añade protección a la mucosa intestinal impidiendo la fijación de bacterias patógenas en el intestino.
Si la microbiota intestinal está equilibrada, el organismo goza de buena salud. Para que estas bacterias estén en simbiosis, es necesario un estilo de vida saludable: una dieta variada y equilibrada proporciona todos los nutrientes que necesita cada una de las bacterias beneficiosas. Por el contrario, las bacterias patógenas prosperan como consecuencia del aporte de grasas, azúcares o edulcorantes artificiales.
Hay que tener en cuenta que el aporte de bacterias beneficiosas mediante la toma de suplementos alimenticios probióticos también ayuda a reforzar la microbiota intestinal. Cuando se administran adecuadamente, alteran la composición de la flora intestinal y refuerzan su función protectora.
Los probióticos de la familia Lactobacillus, en particular, contribuyen a una inmunidad óptima. Para obtener los mejores resultados, se recomienda encarecidamente consultar a un médico antes de iniciar un tratamiento con suplementos alimenticios.
Microbiota y flora intestinal
El término «microbiota» se refiere a un ecosistema microbiano, o a un conjunto de microorganismos contenidos en un entorno determinado. Esta se encuentra, entre otros, en la piel, la boca o los pulmones. El intestino contiene hasta 100 000 billones de bacterias, un tercio de las cuales es común a la humanidad y dos tercios únicos a cada individuo. La microbiota intestinal influye en la maduración del tubo gastrointestinal y del sistema inmunitario intestinal.
Cuando la microbiota está desequilibrada, se denomina disbiosis. La composición de la flora intestinal tiene un impacto directo en el desarrollo de enfermedades como el autismo, la ansiedad, la depresión, la obesidad o la diabetes tipo 2. Aunque la capacidad de recuperación de la microbiota intestinal suele permitirle volver a su configuración normal con el tiempo, la disbiosis puede persistir debido a factores como el estrés o los malos hábitos alimentarios.
Así, para optimizar las defensas inmunitarias, la digestión y la salud en general, es necesario proteger y nutrir esta flora intestinal. El consumo de alimentos fermentados, como el chucrut o el yogur, puede contribuir a este fin, al igual que la toma de determinados suplementos alimenticios.
Estos últimos deben seleccionarse de acuerdo con el estado de salud de la persona. Algunas requerirán priorizar el restablecimiento del equilibrio de las bacterias beneficiosas en el intestino. Otras tendrán que alimentarlas con prebióticos en su lugar. En otros casos, algunas personas necesitarán una limpieza antes de fortalecer su microbiota.
En cualquier caso, se recomienda encarecidamente consultar a un médico antes de tomar cualquier suplemento alimenticio. Para conocer el estado de su sistema digestivo o su microbiota, un profesional sanitario puede prescribirle análisis o un chequeo. Los resultados ayudarán a identificar el problema y los suplementos alimenticios idóneos para solucionarlo.